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En el post anterior vimos cómo afectaba la edad en la fertilidad de la mujer. Pero, ¿y qué pasa con el hombre? Existe una creencia generalizada de que cuando una pareja acude a un centro de fertilidad es debido al factor femenino; y aunque en muchos de los casos es así, el factor masculino tiene un papel fundamental. La esterilidad afecta aproximadamente a un 15% de las parejas. De entre estas parejas, el factor masculino está involucrado en al menos la mitad de los casos, en el 20% lo hace como único responsable y en el 30-40% se encuentra asociado al factor femenino. Por lo tanto, es importante tenerlo en cuenta y saber evaluarlo correctamente.
Para ello existe el seminograma o análisis básico del semen, que es la herramienta que se tiene hoy en día para evaluar y estimar el potencial fértil del varón. Los parámetros básicos evaluados se basan en un examen macroscópico y microscópico. Para el análisis macroscópico se analizan el color, olor, licuefacción, viscosidad, volumen y pH. Por otro lado, en el análisis microscópico se analizan la concentración (nº espermatozoides/mL), motilidad (% espermatozoides móviles progresivos), morfología (% formas normales) y vitalidad (% espermatozoides vivos).
Este análisis se basa en unos parámetros de normalidad según el criterio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), siendo estos actualizados por última vez en el año 2010. Estos parámetros se establecieron a partir de un estudio realizado a 4500 varones, escogiendo aquellos fértiles en los últimos 12 meses, asignando como límite inferior el percentil 5, es decir, aquel valor por el cual el 5% de las muestras quedaban por debajo.
Existe una gran variabilidad tanto en un mismo individuo como comparándolo con otros individuos, por lo que siempre es más fiable realizar no solo un seminograma aislado sino varios, además de complementarlo con diferentes pruebas y análisis.
Esta gran variabilidad es debido a que la calidad seminal es muy sensible a diferentes factores que pueden afectarla negativamente influyendo así en el potencial reproductivo.
El efecto que tiene la edad de la mujer en su fertilidad ha sido ampliamente estudiado y comentado. Sin embargo, ¿cuál es el efecto de la edad en los hombres? Aunque también hay varios estudios respecto al factor edad en los hombres todavía no se ha llegado a un consenso claro. Aún así, parece que muchos de ellos giran en torno a los mismos parámetros.
Debido a cambios anatómicos y hormonales la edad tiene un efecto negativo sobre los parámetros seminal, sobretodo en el volumen del eyaculado, la movilidad espermática y la concentración, haciendo que las probabilidades de gestación disminuyan. Esto no ocurre de manera generalizada en todos los hombres, aunque sí existe una clara correlación entre la edad y la calidad seminal.
Además, aparte de tener un efecto negativo en los parámetros seminales, también se ha demostrado que la edad puede afectar al genoma, produciendo anormalidades cromosómicas. Varios estudios sugieren una correlación entre la edad paterna avanzada y enfermedades como la acondroplasia, el síndrome de Marfan o el síndrome de Apert; aunque esta correlación no es del todo concluyente, se necesitan más estudios.
Existe una clara correlación entre la edad y la calidad seminal.
Son varios los factores externos que también pueden afectar a la calidad seminal. Muchos tóxicos ambientales como los pesticidas o el mercurio, presentes ambos en muchos alimentos, pueden afectar también a la calidad del semen. Otro tóxico ambiental ampliamente conocido es el bisfenol A, compuesto orgánico de algunos plásticos. La exposición continua a estos tóxicos podría aumentar el riesgo de afectar negativamente sobre el semen, aunque es cierto que no hay tantos estudios.
Algunos fármacos pueden tener también un efecto negativo en la calidad seminal, aunque no de forma permanente. Los analgésicos son un ejemplo, así como algunos fármacos psicotrópicos como los antidepresivos o antiepilépticos, antihipertensivos y quimioterápicos.
Varios estudios demuestran que los hábitos tóxicos en el hombre como el tabaco, el alcohol o la marihuana tienen un efecto claramente negativo. Afectan sobretodo a la concentración y movilidad espermática aunque también puede provocar daño en el ADN, siendo este último más grave.
El estilo de vida juega un papel importante en la calidad seminal.
La OMS ha tenido que ir actualizando los valores de normalidad dado que la calidad seminal de la población general ha ido disminuyendo progresivamente a lo largo de los últimos 30 años. Esta disminución es causada por todos estos factores descritos anteriormente, donde además, el estilo de vida juega un papel importante. Los hábitos alimenticios, el sedentarismo, el estrés, el consumo de tabaco y la contaminación son los factores que más afectan. Una modificación de todos estos hábitos de vida podrían evitar una mala calidad seminal futura.
REFERENCIAS
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